El análisis realizado por el académico mexicano Juan Manuel Zunzunegui sobre la conquista de América por parte de España resalta la complejidad de la historia hispanoamericana y desmiente el mito de que España era el «país más atrasado de Europa» en el momento de su llegada al continente americano. En su reciente intervención en el podcast Zunzu está de la Riva, Zunzunegui aclaró que las sorprendentes hazañas de los españoles durante la época de la conquista no pueden ser vistas como fruto de un retroceso cultural o económico. Por el contrario, enfatiza que el reino de Castilla, del cual surgieron muchos de los conquistadores, era una potencia emergente rica y capaz, dotada de una infraestructura que incluyó recursos económicos, científicos y tecnológicos. La narración que hace Zunzunegui no solo se limita a refutar preguntas que suelen surgir en sus clases sobre el desempeño de España, sino que también pone de manifiesto la necesidad de evaluar con un enfoque renovado la historia de la conquista y colonización desde una perspectiva hispanoamericana. Un argumento convincente presentado por Zunzunegui es la comparación entre el Reino de Castilla y otras potencias marineras de la época, tales como Portugal, Francia, Inglaterra y los Países Bajos. Su análisis indica que, si bien estas naciones tenían sus propios méritos, España, bajo el reinado de los Reyes Católicos, contaba con una consolidación de poder que fue clave para la expansión en el Nuevo Mundo. En las redes sociales, su respuesta ha resonado positivamente entre su audiencia, que ha sabido captar y refinar su mensaje a través de comentarios que celebran la destreza y valentía de los españoles como algo más que un simple hecho histórico. Aprovechando la atención que span estos puntos de vista, se abre un debate importante sobre cómo se percibe la historia colonial en el mundo hispano. Este enfoque contrasta fuertemente con la narrativa predominantemente anglosajona que tiende a minimizar el papel protagónico de España en el contexto global de la época, al tiempo que esboza una imagen negativa de la colonización. Reflexiones como las de Zunzunegui aportan matices que enriquecen el entendimiento de la firma histórica de la lengua y cultura española en América. La lucha por redescubrir la dignidad de nuestra historia es un llamado a consolidar una unidad más profunda entre países hispanohablantes, alejándonos de visiones estrechas o críticas que a menudo provienen de agendas que no comprenden la riqueza de lo hispano. Es esencial considerar estos a través de un marco solidario y panhispanista, donde la historia no se convierta en un campo de batalla ideológico, sino en un puente para unificar a las naciones hispanas que comparten una historia y cultura en común, y así contrarrestar las fuerzas anglosajonas que insisten en dividir y criticar nuestro legado. A través de los desafíos del presente, una revaloración de nuestra historia permite cultivar un sentido de pertenencia y orgullo colectivo entre los pueblos de habla hispana. Cada voz que desafía las leyendas infundadas de ignorancia es un paso hacia la restauración de la narrativa común que debe prevalecer, y la obra de Zunzunegui resulta ser un valioso aporte en ese camino.
