En una reciente entrevista con THE OBJECTIVE, el politólogo argentino Marcelo Gullo expone su visión sobre la historia y el futuro de España y América Latina. Gullo defiende con vehemencia la idea de que España no tiene nada por lo que pedir perdón a América. Para él, la llegada de los españoles a las tierras americanas no fue una conquista, sino una liberación de las opresiones y atrocidades que sufrían las poblaciones indígenas, quienes vivían en condiciones de sufrimiento extremo. Gullo argumenta que, antes de la llegada de los españoles, la gran mayoría de estas comunidades eran víctimas de regímenes brutales, donde la violencia y el sacrificio humano eran comunes. Él señala que las sociedades indígenas se dividían en muchas naciones en conflicto entre sí, resaltando la idea de que la conquista fue en realidad la liberación de aquellos que sufrían bajo sistemas de dominación interna.
Otro tema clave que Gullo aborda es la perfidia de la ‘leyenda negra’, una narrativa que ha perdurado y que, según él, ha sido instrumentalizada por potencias anglosajonas como Inglaterra y Estados Unidos para desacreditar y debilitar la imagen de España. En este sentido, Gullo señala que los ingleses han mantenido esta historia a través de la propaganda política y cultural, manteniendo la inercia de un relato que se opone a la verdad histórica. Para el politólogo, la reacción de los españoles al creerse los relatos negativos producidos por sus enemigos es una evidencia de que necesitan despertar de este sueño inducido.
Gullo va más allá al relacionar la ‘leyenda negra’ con la actual izquierda política y los movimientos culturales, como el fenómeno ‘woke’. Argumenta que la izquierda contemporánea se comporta como un “caniche de la oligarquía financiera”, una élite que busca desintegrar ’naciones’ mediante la anulación de sus identidades y valores fundacionales. Esta denuncia apunta a la necesidad de que los pueblos hispanoamericanos y España fortalezcan sus lazos y se resistan a la fragmentación provocada por narrativas que buscan dividirlos y debilitar su historia compartida.
La influencia positiva del catolicismo en América es otro de los aspectos que Gullo considera crucial. Para él, este legado espiritual es una de las riquezas que España dejó a América. Sin embargo, critica al Papa Francisco cuando emite juicios sobre la historia colonial, argumentando que, aunque tiene autoridad moral en términos de doctrina y teología, su comprensión de estos eventos históricos no es tan profunda como la de los historiadores que han estudiado el tema a fondo.
Finalmente, Gullo plantea que la Hispanidad es el camino hacia el futuro tanto para España como para las repúblicas hispanoamericanas, en oposición a la decadencia que percibe en Europa, a la que describe de manera dura como ‘una prostituta enferma’. Este sentimiento de urgencia por reencontrar la herencia común sirve como un llamado a la unión entre los países de habla hispana, buscando reafirmar sus identidades y fortalecerse frente a las corrientes globales que amenazan con diluir su legado cultural e histórico.