LA LOGIA LAUTARO: «SOCIEDAD SECRETA CONSPIRADORA». ANTECEDENTES DE UNA CONSPIRACIÓN
Francisco Miranda había establecido contactos con el gobierno inglés y con personajes como el comodoro Popham. Hacia 1800 el general escocés Sir Thomas Maitland había elaborado un plan para atacar el poder español en los Virreinatos del Sur, dicho plan incluía el control previo de Buenos Aires y el ataque al Perú a través de Chile cruzando la Cordillera de los Andes. Existe un original de dicho plan en un archivo de Edimburgo, que expone que San Martín había conocido aquel proyecto a través de sus contactos ingleses o escoceses. Es cierto que dicha idea puede deducirse de la lectura e interpretación de los mapas de la época. Se produjeron una serie de conspiraciones secretas con lazos que unían a los recién llegados con las logias secretas que actuaban en Europa, vinculadas directamente con la masonería inglesa, de cuyos ritos participaban.ORÍGENES: Los orígenes de la Logia se remontan a la “Logia Americana”, cuyo Gran Maestre era el autotitulado: “Precursor de la Independencia Americana”, Francisco de Miranda, residente en Londres, en cuyo domicilio funcionaba la logia. En dicha logia fueron iniciados: Simón Bolivar, José de San Martín, Alvear, Zapiola, O´Higgins y Carrera (Chile) Montufar y Rocaforte (Ecuador) Nariño (Colombia), entre otros.
La logia funcionaba en domicilios itinerantes según las circunstancias, y constaba de cinco grados. En los primeros se daban los principios de fraternidad; en los superiores se desvelaban las finalidades políticas; en el quinto y último, se asumía la obediencia a las logias extranjeras. Por regla de la logia, los “hermanos” no podían tomar resoluciones de trascendencia política o militar, designar jefes militares o eclesiásticos, firmar ascensos, etc, sin la aprobación de los Venerables de último grado, formando así un gobierno en las sombras, dirigido desde el extranjero, citaremos más adelante algunos de los Estatutos para evidenciarlo.
La Logia Lautaro ejerció fuerte influencia política hasta 1820. Su existencia y actuación en el Plata fueron, ya reveladas en el siglo pasado, por Bartolomé Mitre, que escribió en su Historia de San Martín…: “De 55 miembros que formaron parte de ella en aquella época cuatro fueron fundadores: San Martín, Alvear, Anchoris y Zapiola, que de ellos 24 eran del partido personal de Alvear y 13 de San Martín, que tres formaban parte del poder ejecutivo y 26 de la Asamblea Constituyente…
DESEMBARCO DE LOS MASONES CONSPIRADORES
José de San Martín se embarcó en enero de 1812 en la fragata George Canning, acompañado de Carlos de Alvear entre otros, llegando a Buenos Aires el 9 de marzo. Procedentes de España, habían arribado previo paso por el Reino Unido. Ese itinerario era premeditado, no podían navegar desde España al Río de la Plata; Inglaterra era un antiguo centro de conspiración de los americanos separatistas y los mismos intereses británicos venían a coincidir por obvias razones, con los planes revolucionarios de los conspiradores masones. A su llegada, el primer Triunvirato ostentaba el poder, tratando de prender la llama de la Revolución de 1810. Alvear y San Martín fundaron una filial de la Logia de los Caballeros Racionales, rebautizada como Logia Lautaro. El nombre derivaba de un cacique araucano rebelde del siglo XVI. Vinculados a las logia de Cádiz y Londres, los recién llegados establecieron en Buenos Aires una entidad que estaba conectada con la Sociedad Patriótica y gravitó sobre todos los miembros ilustrados de la población y el ejército.
A principios de 1819, se fundó una filial de la Logia Lautaro en chile. Este grupo intentó usar al Ejército Rebelde para dirimir problemas internos, pero San Martín lo impidió. Las reglamentaciones referentes a la organización de esta logia, es muy probable, que fueran similares a las de su filial chilena, ya que su constitución fue copiada por O’Higgins, quedando fundamentada en ella su verdadero objetivo: la separación de España, con la ayuda de los ingleses.
OBJETIVO
La logia pretendía establecer un sistema republicano unitario, separándose de España y un gobierno dictatorial. La primera filial de la Logia se fundó en Cádiz, España, en el año 1811, con el nombre de Logia Lautaro, en honor al caudillo que ya mencionamos. Estuvo dirigida en su inicio por José de Gurruchaga.
ESTATUTOS DE LA LOGIA LAUTARO
Había llegado el momento favorable, el gobierno español, por la prisión de su monarca, estaba impedido de dar una respuesta a la insurrección que se planeaba. Mucho se ha discutido acerca de la pertenecia de San Martín a la masonería. Algunos lo ponen en duda, otros lo niegan rotundamente. La masonería generalmente le acepta como miembro, probablemente para apropiarse de su prestigio, como lo han hecho también con Rosas los más diversos signos políticos. Creemos que hay suficiente evidencia para señalar que fue masón, aunque tuvo serias discrepancias con otros «hermanos».El establecimiento de esta sociedad exigía que se compusiera de caballeros americanos, liberalidad de las ideas y por el fervor por la causa anti española. Dedicando todos sus esfuerzos al plan de la independencia de la América española, consagrando a este fin todas sus fuerzas y talentos, sosteniéndose con fidelidad, obrando bajo la observancia de los algunos de los siguientes preceptos: -La logia matriz se compondrá de trece caballeros, además del presidente, vicepresidente, dos secretarios, uno por la América del Norte y otro por la del Sur, un orador y un maestro de ceremonias. -El tratamiento del presidente y demás en la logia será de hermano, y fuera de ella el de Vd., llano, a excepción de los casos en que a presencia de otros el empleo y decoro público exijan el correspondiente tratamiento. -No podrá ser admitido «ningún español» o extranjero, ni más eclesiástico que uno solo, aquél que se considere de más importancia por su influjo y relaciones.-Siempre que algún hermano fuese nombrado por el gobierno primero o segundo jefe de un ejército o gobernador de alguna provincia, se le facultará para crear una sociedad subalterna,¿dependiendo de la matriz, cuyo número no excederá de cinco individuos, y entablando la debida correspondencia, por medio de los signos establecidos para comunicar todas las noticias y asuntos de importancia que ocurrieren. Siempre que alguno de los hermanos sea elegido para el supremo gobierno, no podrá deliberar cosa alguna de grave Importancia sin haber consultado el parecer de la logia, a no ser que la urgencia del negocio demande pronta providencia; en cuyo caso, después de su resolución, dará cuenta en primera junta o por medio de su secretario.
ESTATUTOS PENALES
He aquí la severidad de los castigos por desobediencia, que incluyen, la pena de muerte:-El que dejáre de asistir por mera voluntad, siendo muy frecuentes sus faltas, será declarado inhábil para cualquier empleo por el tiempo que juzgue la logia, y en caso que lo tenga será suspenso hasta nueva resolución.-Todo hermano que revele el secreto de la existencia de la logia, ya sea por palabras o por señales, será reo de muerte, por los medios que se halle por conveniente.(Estatuto de la Logia Lautaro, de puño y letra de Bernardo O’Higgins).
FISURAS INTERNAS
La actitud de San Martín, que recibió el repudio y rechazo permanente de hombres como Alvear y Rivadavia, fue motivo de fisuras. Muchas acciones “inexplicables” durante las insurrecciones, como el desmembramiento del Alto Perú, tienen su explicación en la “leyes” de la Logia. Según las infidencias de Zapiola: El grupo mayoritario de Alvear, estaba integrado, por Valentín Gómez, Gervasio Posadas, Juan y Ramón Larrea, Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña, Nicolás Herrera, Monteagudo, Agrelo, el presbítero Vidal, el padre Argerich, el padre Amenábar, el padre Foseca, Azcuénaga, Monasterio, Tomás Antonio Valle, Dorrego, Pinto, Antonio y Juan Ramón Balcarce, etc. El grupo leal a San Martín: estaba formado por Zapiola, Agustín Donado, Álvarez Jonte, Toribio Luzuriaga, Vicente López, Manuel Moreno, Ramón Rojas, Ugarteche, Lezica y alguno más. La actitud de San Martín, de la que mucho se ha dicho y discutido sobre si San Martín perteneció o no a la masonería. Algunos lo dudan, otros lo niegan rotundamente.
San Martín perteneció a la Logia Lautaro aunque se cuestiona si esta pertenecía o no a la masonería propiamente dicha, y más allá de este contrevertido tema, lo cierto es que San Martín, disgustado y aislado, recibió el rechazo permanente de Alvear y Rivadavia, que le guardaron siempre envidia y rencor, frustrándole sus acciones militares, llegando a violar su correspondencia y atentando contra su vida. Todos estos datos evidencian, que no sólo eran masones todos los mal llamados «libertadores», sino que entre ellos conspiraban para eliminar a sus adversarios políticos. Es además palpable, que el ordenamiento interno y el estamento máximo, guardaba obediencia a la Logia inglesa. Por tanto queda más que demostrado que las «secesiones o revoluciones» en los antiguos virreinatos tuvieron un origen, una financiación y una finalidad pro inglesa y por tanto anti española y que usaron a la clase ilustrada de los virreinatos para arraigar sus conceptos y crear un régimen republicano unitario y dictatorial, que a la postre y dadas las envidias y rivalidades, resultó fragmentando los territorios cohesionados de los virreinatos en pequeños países independientes, a los que no le faltaron conflictos entre ellos, esa es la herencia de la Logia Lautaro.
Marisa Valiente-Ramón