El colapso de Siria estaba ya escrito en el muro. De todas las teorías que lo anticiparon, la más relevante es la del esquema balcanizador de todo el Oriente Medio de Brzezinski, exasesor de seguridad nacional de Carter y presunto creador de los tan de moda yihadistas, con el fin de desestabilizar las fronteras islámicas del RIC: Rusia/India/China. Ante la inminente derrota de la OTAN en Ucrania frente al Ejército ruso a 32 días de la asunción del presidente electo Trump, en caso de que no suceda otra desgracia, el «colectivo Biden» —el grupo del Deep State, verdadero poder tras el trono de EEUU que toma las decisiones debido a la discapacidad cognoscitiva del presidente todavía en «funciones»— ha intensificado el incendio de la periferia islámica y sus fronteras con el RIC (Rusia/India/China): concepto del expremier Primakov durante la fase aciaga de Yeltsin. El mismo Kissinger en varios de sus libros emitió que una de las ventajas geográficas de EEUU consiste en que está resguardado por dos océanos —el Atlántico y el Pacífico— y por dos vecinos valetudinarios (Canadá y México), en contraste con las guerras permanentes que han sucedido en Eurasia entera. En su libro «El gran tablero de ajedrez mundial: la supremacía estadunidense y su imperativo geoestratégico» de 1997, el exasesor de seguridad nacional Zbigniew Brzezinski acuñó el concepto de los «Balcanes euroasiáticos» como extensión de los incandescentes Balcanes europeos que fueron caja de resonancia de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Resulta y resalta que los dos pilares del superestratégico mar Negro lo conforman los Balcanes europeos, al oeste, y los «Balcanes euroasiáticos», al este. Un análisis minucioso del concepto de los «Balcanes euroasiáticos» de Brzezinski —quien sin rubor confesó al hebdomadario francés Le Nouvel Observateur haber sido el creador de los muyahidines en Afganistán, transmutados en yihadistas de Al Qaeda/ISIS/Al Nusra (organizaciones prohibidas en Rusia), hoy en su metamorfosis secuencial con «HTS» del apodado «al-Jolani», quien derrocó al huidizo Bashar Asad— detecta su sensible colindancia islámica con el RIC que, además de constituir la quintaesencia de los BRICS+, comporta a dos (Rusia y China) de los catalogados enemigos de EEUU en su reciente «guía» de Seguridad Nacional. El colapso de Siria forma parte de la desestabilización de los «Balcanes euroasiáticos», que delata consecuencias locales —que ya he abordado in extenso—, regionales y globales. Muchas teorías prospectivistas han convergido para explicar el cantado colapso de Siria, pero que, por su anticipación y cronología coyuntural, no se conectaban con la estructura geoestratégica del RIC ni su dinámica fulgurante con los BRICS+. Ya desde hace más de 10 años, un servidor había disecado la «balcanización de Libia, Irak y Siria, según Israel», de acuerdo con el «Plan Yinon» y al «Esquema Ya’alon». Justamente en su gira por EEUU, el entonces ministro de Defensa de Israel, Moshe Ya’alon, sentenció categóricamente que las «fronteras de Oriente Medio serán cambiadas absolutamente, en especial en Siria (¡mega-sic!), Irak y Libia». Ya’alon se basaba ni más ni menos en el documento de 1982 (¡mega-sic!) de Oded Yinon, funcionario del Gobierno israelí de Relaciones Exteriores, en su documento «Estrategia para Israel: Plan Yinon del Gobierno israelí para balcanizar al Oriente Medio». ¡Hace 42 años! Como si lo anterior fuera poco, nada menos que el general Wesley Clark, muy cercano al expresidente Bill Clinton, difundió el plan del Pentágono, posterior al derrumbe de las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001, del subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz para invadir a siete (sic) países islámicos durante cinco años: Irak, Siria (¡mega-sic!), Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán. Nada casualmente, los siete países forman parte de los «Balcanes euroasiáticos». Seis de los siete se han cumplido con creces, ¡solo falta Irán! A propósito, el director de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), Serguéi Narishkin, comentó que «Occidente podría, a mediano plazo, intentar desencadenar un conflicto armado global (¡mega-sic!) con epicentro en Eurasia». Es altamente probable que el muy bien informado Narishkin haya hecho alusión a los «Balcanes euroasiáticos» de Brzezinski. Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las de la redacción.
Por Alfredo Jalife-Rahme